El amor ♥️ o el miedo 👻
El AMOR se reconoce por ser compasivo con uno mismo y con los demás, tratar de entender a las personas que nos dañan, evitar culpar a otros de lo que ocurre en nuestras vidas, evitar controlar, manipular y/o cambiar a los demás, centrase en lo que uno mismo puede hacer para cambiar una situación, aceptar nuestros propios errores y tratar de perdonarnos por ellos, ser honestos con nosotros mismos y con los demás, estar abierta a asumir nuevos retos, darse permiso para estar mal, para pedir ayuda, para equivocarse o para mostrar vulnerabilidad.
El MIEDO se reconoce por tratar mal a nosotros mismos y a los demás, ser intransigentes con nosotros y con los otros, culpar a todo y todos de lo que ocurre en nuestras vidas, controlar manipular y/o tratar de cambiar a otros, tratar de controlar todo, incluso lo que no está a nuestro alcance, no aceptar nuestros propios errores, mentirnos continuamente y por tanto mentir a los demás, tratar de mantenernos siempre en la zona de control, esconder nuestros días malos, tratar de resolver todo por nosotros mismos, tratar de llevar siempre la razón o esconder nuestra vulnerabilidad.
Uno de los trabajos más bonitos que suelo afrontar en los procesos terapéuticos, y que a su vez se convierten en un momento muy bonito y trascendental en la vida de mis clientes es el proceso es transformar el miedo y convertirlo en AMOR, porque solo desde ahí podremos iniciar el proceso de curación.
Ese trabajo consiste en aprender a perdonarse, a cambiar las gafas de la culpa por las de la compasión, la empatía y la comprensión a uno mismo.
También consiste en aprender a verse como seres perfectos que tan solo necesitan aprender a hacer las cosas la primera vez que las hacen y darse el permiso para equivocarse. Además se aprende a cambiar la visión intransigente o negativa que se tiene a cerca del pasado y a des-identificarse de lo que fuimos y conectar con lo que somos hoy.
La persona también aprende a tomarse el tiempo que necesita para enfrenar los problemas y a pedir ayuda cuando no puede continuar avanzando por sí mismo.
También se trabaja el lenguaje, porque “somos lo que decimos” y por tanto la forma en que nos dirigimos a nosotros mismos es clave para trabajar de manera nutritiva el auto-concepto.
Con las herramientas que se aprenden con esta metodología y un trabajo paralelo de transformar las creencias limitantes que impiden avanzar en el camino de la libertad y el disfrute, se conseguirá vivir de una manera más plena y más consciente y esto tendrá como consecuencia sanar nuestras heridas y acabar con aquellos problemas que provocaron nuestra llegada al proceso terapéutico.
Si sientes que no eres feliz o no terminas de sentirte bien con tu vida o las decisiones que tomas para afrontarla, ponte en contacto conmigo y seguiremos hablando sobre mi terapia para valorar si quieres empezar un proceso terapéutico o de coaching conmigo.
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